En el último mes han venido ya tantas veces que me recuerdan a los Testigos de Jehová; diciéndome que estoy yendo por el mal camino y que si sigo así terminaré yendo al infierno. Por eso si algún pez gordo de alguna teleco lee esto me gustaría decirle:
Señor director.
Dejen de darme el coñazo en mi casa que el día que quiera cambiarme de compañía ya seré yo el que le llame a ustedes.
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