Últimamente parece que todo el mundo tiene una, o varias, memorias flash (también conocidas como pendrive). Puesto que mi reproductor mp3 ha muerto he buscado una solución para reemplazarlo teniendo en cuenta que mi reproductor casi no lo usaba para escuchar música sino para guardar las prácticas de la universidad.
Mi solución ha sido un lector de tarjetas Iogear que lee tarjetas de memoria SD y MMC (las dos más comunes del mercado) y una tarjeta de memoria de 1 gb Silver hi-tech que me recomendó el comercial de El corte inglés (espero que su recomendación haya sido buena ;-) ). En total me he gastado 9.90€ en el lector y 24€ en la tarjeta por lo que por 34€ me he construido mi memoria portátil con la ventaja de que la tarjeta la puedo usar también en la cámara de fotos y además es una memoria versátil ya que en cualquier momento la puedo ampliar comprándome otra tarjeta de memoria. Además la solución es 100% compatible GNU/Linux que era uno de mis requisitos.
Así que siguiendo mi experiencia desde aquí os animo a no compraros memorias flash y compraros tarjetas de memoria que son una opción mucho más versátil y no muchos más cara.
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